Carlos Nogales: febrero 2012

sábado, 11 de febrero de 2012

CRÓNICA 10 visita Torre del Oro

por el Ratón Tintero

Torre del Oro con La Giralda al fondo.

La Torre del Oro de Sevilla es una torre albarrana, o de vigilancia, que formaba parte de un recinto fortificado y posiblemente unida a la muralla por un arco, como ocurre con la Torre Malmuerta de Córdoba.

Torre también albarrana (conserva su arco) de Malmuerta, Córdoba

Está situada en el margen izquierdo del río Guadalquivir, con una altura de 36 metros (como un tercio de La Giralda). El número de torres en las murallas de la ciudad, de las que quedan en la actualidad cinco, era más numeroso según nos acercáramos el río desde uno de los ángulos del Alcázar.

Muy cerca se encuentra la Torre de la Plata (llama así posiblemente por ser la segunda en importancia), de ocho lados.

Torre de la Plata, también albarrana que conserva su arco.

El primer cuerpo dodecagonal fue construido en 1220 por orden del gobernador almohade Abù I-Ulà. El segundo cuerpo, también dodecagonal, fue mandado construir por Pedro I un siglo más tarde. Y el cuerpo superior, cilíndrico y rematado en cúpula, fue construido ya en 1760 por el ingeniero militar Sebastián Van der Borcht.

Cuerpos de la Torre del Oro

Actualmente acoge un modesto museo marítimo, con más copias que originales, los cuales se encuentran en su mayoría en el Museo Naval de Madrid.

Como curiosidad decir que el escudo de la comunidad de Cantabria tiene nuestra Torre del Oro, ya que ellos consiguieron en una de sus incursiones romper la cadena defensiva que cruzaba el río Guadalquivir, desde la Torre del Oro hasta la otra orilla. Proeza que por lo que se ve deben tener muy a gala.

Escudo de Cantabria.

Desde la parte más alta de la Torre, en la terraza al aire libre, pudimos disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad, así como de las estupendas explicaciones que nos tiene acostumbrados nuestro profesor, ésta vez con un ángulo de 360 grados.

Almenar visitable, con sus merlones y cañoneras.

Al salir de la Torre hicimos un pequeño circuito explicativo, desde el exterior de las Reales Atarazanas y la Casa de la Moneda; ambas muy cercanas al lugar.

Preciosa vista nocturna con el cielo sevillano azul murillo al fondo,
y gracias a la iluminación, nos recuerda el reflejo dorado
que debían tener los azulejos que la cubrían.