sábado, 19 de noviembre de 2011

CRÓNICA 1º Visita Barrio de la Alameda.

por el Ratón Tintero



La Alameda de Hércules, principios siglo XX.

Iniciamos nuestro nuevo curso con la visita a la Alameda de Hércules.
Creada en 1574 es considerada la alameda más antigua de España y de Europa, ya que fue tomada como modelo en muchas ciudades de todo el mundo.

Su historia comienza cuando el conde de Barajas decidió desecar el antiguo cauce de un brazo menor del Guadalquivir, que partía de la Barqueta, y atravesando todo el casco antiguo, llegaba al barrio del Arenal.
Así mismo construyó un acceso monumental con dos columnas romanas procedentes de un templo romano cuyos restos, con tres columnas más, todavía se conservan en la calle Mármoles. Sobre dichas columnas se colocaron dos esculturas realizadas por Diego de Pesquera, de Hércules (fundador mítico de la ciudad) y de Julio Cesar (restaurador de Híspalis).
No fue hasta el siglo XVIII, cuando el escultor Cayetano de Acosta realizó las otras dos columnas al otro extremo de la alameda, rematadas por leones y escudos representando España y Sevilla.

Columnas de los Leones.
En 1885 fue colocada, junto a éstas columnas de los leones, la conocida popularmente como “la Pila del Pato”, fuente “viajera” que vino de la Plaza de San Francisco y que actualmente se encuentra en la plaza de San Leandro.
A finales del siglo XIX la alameda vivió su mejor época, llena de teatrillos, quioscos y puestos, que desaparecerían tras la Guerra Civil.


La Casa de las Sirenas.
Nos centramos ahora, más o menos en el centro de la Alameda, en La Casa de las Sirenas, palacete residencial del siglo XIX de estilo francés, construido por el marqués de Esquivel, que sólo la disfrutó seis años, pasando luego por diversos dueños hasta quedar abandonada. Su estado de deterioro fue tal, que llegó a ser una auténtica ruina, con desplome de tejados, fachada sur, rejas frontales, y lo más penoso: las famosas sirenas mitológicas que franqueaban su entrada principal.
Patio interior de La Casa de las Sirenas.

Decoración interior de La Casa de las Sirenas.

Fachada posterior de La Casa de las Sirenas.
En 1992 la adquiere el Ayuntamiento de Sevilla para su reconstrucción e instalación del actual Centro Cívico del Distrito “Casco Antiguo”.


Calle Leonor Dávalos.

Junto a La Casa de las Sirenas, nos paramos a recordar la historia de la calle “Leonor Dávalos”, joven protegida de la familia Guzmán, que asistiendo a la ejecución de su señora Doña Urraca Ossorio se lanzó a la hoguera para bajarle la falda y evitar así su deshonra.
Sus cenizas fueron enterradas juntas en el monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce.



Claustro Convento Santa Clara.
Y ya por último visitamos el antiguo convento de Santa Clara, actualmente rehabilitado en zona para uso cultural. Se accede por una puerta que pasa desapercibida, pero a través de ella llegamos al antiguo claustro con una fuente central a distinto nivel, y a otra zona de jardines donde se ubica la Torre de Don Fabrique.

Antes de ser claustro fue el palacio de Don Fabrique, levantado en el siglo XIII, tras la reconquista cristiana, de estilo mudéjar, sirviendo como modelo para posteriores construcciones como el Alcázar. Tras la muerte de Don Fabrique, Sancho IV donó el edificio a las monjas Clarisas.
Con las recientes restauraciones se accede al refectorio, a destacar por sus hermosos azulejos, y las pinturas recuperadas de sus muros.

Reutilización antiguo refectorio para actos culturales.


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